domingo, 24 de mayo de 2015

BLOQUEO

Me tocaba escribir entrada para el blog. No hoy, sino  hace ya varias semanas. Les pedí a mis compañeros que escribieran por mí.  Llevo días,  puede que meses en los que no consigo escribir. Un bloqueo, un miedo a no estar a la altura, a no hacerlo bien. 
Lo achaco a la situación familiar y laboral que me absorbe de una forma que me impide tener un momento de calma, sentarme un rato, pensar, escribir. Dedicar horas de vida, de  cansancio, de sueño, de descanso. Horas que se me escapan como una bandada de estorninos.
 Tiempo, en definitiva, que se va.

                                  (Imagen de polanoid.net)
                           
 Leo, eso sí, es mi escape a la monotonía. Pienso en hacer una reseña sobre el libro leído. Pero no me ha gustado lo suficiente, los personajes son absurdos, vulgares actúan solo para tirar de la trama, para tener al lector enganchado, no me los creo. Leo otro libro,  una buena prosa, me gusta la historia y como está escrito, miro en la red y hay unas reseñas estupendas, escritas ya, mucho mejores que la que yo podría llegar a escribir. Para qué, me pregunto. Para qué estar horas escribiendo algo que ya está escrito. 
Alguien dijo hace unos días que los blogs habían muerto. No estoy de acuerdo, siguen vivos, pero no son tan interesantes como navegar por las redes sociales, tienen visitas, pero ni un solo comentario. Ya no tenemos tiempo de decir nada, ni yo misma lo hago, leemos y pasamos de largo en silencio, aunque nos haya interesado, o no. No nos importan las horas que esa persona haya invertido en escribir la entrada.
 La vida va demasiado deprisa. Como decía Isabel Bono los otros días, pasamos el dedo por una pantalla y creemos que estamos informados, sin detenernos a reflexionar. Gotas de información, sin entrar en mayores. Artículos de un periodista crítico vetados en la red. Días sin horas y horas que pasan sin que nos demos cuenta.

Quisiera volver a escribir, sentir esa emoción, ese cosquilleo por la mente y el estómago.  No pierdo la esperanza. Pero de momento se resiste, procrastino como dirían mis compañeras.

                                                              Loli Pérez, Punto y Seguido

5 comentarios:

  1. son rachas, loli.
    en un momento pensamos que todo está perdido, nos preparamos para el duelo y sin saber cómo, una mañana-tarde-noche (madrugada, incluso) aparece esa chispa, la desazón, ese cosquilleo del que hablas, que te lleva a la mesa, a cualquier mesa, y que te empuja a seguir.
    ánimo, loli

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  2. Como dice Miguel, son rachas. Pasará. Ya que has hecho mención a lo de procrastinar, da la casualidad de que mi próxima entrada, la del jueves 28, va justamente sobre eso. En realidad, lo que se esconde detrás de la procrastinación y el bloque es el miedo. Quizá todo está dicho, pero no están escritas todas las formas de decirlo o contarlo. Ánimo ;-)

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  3. Ánimo Loli. Tú puedes.
    José María

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    1. Gracias José María y compañeros.

      Las palabras volverán, lo sé.

      Abrazos

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  4. Loli, o vuelven las palabras o el mes que viene no cobras.

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