martes, 22 de diciembre de 2015

CONSEJOS PARA UN BUEN COMIENZO. DIEZ INICIOS DE NOVELA.


El comienzo de una narración no es algo que haya que tomarse a la ligera. Romper el bloqueo del folio en blanco es importante con cualquier frase que arranque la narración, pero luego hay que volver a ese inicio y reformarlo de modo que atrape al lector.

El inicio debe contener las claves de lo que se va a contar. Es como un plano donde están contenidos muchos de los resortes que van a disparar a los personajes, la intriga, la trama y sobre todo el tema.

Un buen comienzo…

·      Ha de cautivar al lector con intriga. Atraparlo como a una presa y evitar que escape

·      Ha de crear expectativa de lo que se va a leer en las páginas.

·  Tiene que presentar a algún personaje al que sigamos durante la narración, o que nos acompañe hasta otro principal o protagonista.

·      El tipo de narrador ha de definirse a simple vista para que el lector no se sienta defraudado algunos párrafos más allá. El narrador es como un perro guía invisible que te va llevando por el camino de la narración. Debe de mantener la coherencia y pisar fuerte sobre los tramos más complicados para evitar que el lector se pierda. Puede estar cerca de la acción o lejos, puede ser testigo o protagonista, puede ser como un Dios que todo lo ve y sabe todo lo que piensan los personajes, puede ser como el subconsciente de uno de ellos o simplemente puede ser la mirilla por la que a través de ella vemos la vida de los personajes. Elegir el narrador es una de las tareas más importante del autor. Un mal narrador hará que el lector pierda el interés y se marche antes de llegar al final.

·  Debe ayudar a imaginar el espacio físico y temporal donde se va a desarrollar la historia.

·      Tiene que innovar, es decir, evitar los lugares comunes de los comienzos. Que el lector no piense que está leyendo lo mismo de siempre: “Érase una vez…”, “Aquella tarde de verano”, “El día había amanecido con un gris plomizo” “Fernando salió de casa para ir al trabajo”…etc.

·      Evitar los jeroglíficos. El principio debe ser claro y contundente.

·      Entrar de lleno en la historia. Sin rodeos.

·      Por último, el comienzo debe contener en sí mismo el tema del que vas a hablar. El lector, desde el primer instante, aunque no lo perciba, debe quedarse inconscientemente con algo que marque la intención de lo que se va a contar. Os propongo que cuando leáis un buen libro, regreséis al comienzo y volváis a leerlo. Veréis como muchas de las cosas que has vivido están concentradas en ese párrafo.



Para finalizar os detallo diez de los mejores comienzos literarios de todos los tiempos. Obviamente habrá algunos que falten. Estaré encantado de que nos los hagáis llegar en los comentarios

A modo de juego, los títulos y autores están al final. He escogido aquellos que contienen todas o algunas de las características que he detallado más arriba. No están ordenados por importancia. Además de adivinar de qué novelas se trata, os reto a analizar dónde se encuentra en ellos ese gancho que nos hace querer seguir leyendo. El primero es fácil…

1.- En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.

2.- Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo.

3.- Era un viejo que pescaba solo en un bote en la corriente del Golfo y hacía ochenta y cuatro días que no cogía un pez.

4.- Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta.

5.- Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto.

6.- El pueblo de Holcomb está en las elevadas llanuras trigueras del Oeste de Kansas, una zona solitaria que otros habitantes de Kansas llaman “allá”.

7.- Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, como fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso.

8.- Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.

9.- ¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco?

10.- Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé.

Pedro Rojano
Punto y Seguido




SOLUCIONES
1.- El Quijote (Miguel de Cervantes).
2.- Pedro Páramo (Juan Rulfo).
3.- El viejo y el mar (Ernst Heminway).
4.- Lolita (Vladimir Nabokov)
5.- La metamorfosis (Franz Kafka)
6.- A sangre fría (Trumann Capote)
7.- El guardián entre el centeno (Salinger)
8.- Cien años de soledad (Gabriel García Márquez)
9.- El corazón delator (Edgard Allan Poe)
10.- El extranjero (Albert Camus)

1 comentario:

  1. ahí va este:
    "Mi padre me enseñó a hacer daño a la gente una noche de agosto en el autocine Torch cuando yo tenía siete años."
    de "La vida real", Donald Ray Pollock

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