martes, 24 de noviembre de 2015

LA HISTORIA


La historia les duró poco, puede que ni siquiera llegaran al último trimestre. Ella lo esperaba a la salida del instituto, tomaban unos bocadillos, unas cervezas, se miraban, hablaban de sus hijos, después él se iba a su ruta de clases particulares: Huelin, Carretera de Cádiz, Ronda Intermedia, El Cónsul. Los jueves Torremolinos y La Colina. Ella nunca daba clases los jueves. Pasaban juntos fines de semanas alternos: no compraban, no iban al cine, no visitaban a los amigos. Los domingos por la mañana él corría por la playa, ella desayunaba en la cama, apartaba las cortinas, corregía exámenes, leía su correo. Un lunes ella le preguntó ¿Qué harás en vacaciones?. Él respondió, olvidarme de todo.

fotografía de Eliott Erwitt


Miguel núñez ballesteros
Punto y Seguido

viernes, 13 de noviembre de 2015

IMAGEN PIXELADA


—Hasta chocar contra una pila de maderos astillados, ¿o eran desconchados? dudó Eduardo.

Con esa frase finalizó el relato sobre un hombre que se convierte en cucaracha o escarabajo o hámster ruso. Le daba igual. No era Samsa. Desconocía la nitidez de la sutileza. 



Escultura de José Sacal - Foto Andrea Vinci


Microrrelato finalista en el IV Concurso Internacional Museo de la Palabra
Andrea Vinci
Punto y Seguido

martes, 10 de noviembre de 2015

CÓRDOBA Y LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS


Supe de la librería La República de las Letras, curiosamente, por amigos ingleses que pasan sus vacaciones en Córdoba. Me pareció un lugar ideal para presentar MANERAS DE DESANDAR EL TIEMPO, y no me equivoqué.

Se trata de un espacio multidisciplinar, con librería, bar, vinería, piano de cola y espacio para presentaciones, todo en una casa antigua. Allí nos recibió Ana, su propietaria, a la que estaremos siempre agradecidos.


La exposición fue una experiencia interesante, a la luz de las velas, porque como ya saben los que han estado en alguna de nuestras presentaciones, nosotros intercalamos la charla con películas. Esta vez, como no teníamos a mano el interruptor tuvimos velas hasta la charla final. Allí descubrimos la complicidad del público, encantado con la presentación y ansioso por leer nuestros relatos y por conocer nuestra manera de trabajar.


Recomiendo visitar La República de las Letras. Es un lugar acogedor, donde realizan muchas actividades culturales y, donde además, podrán encontrar algún ejemplar de nuestro libro.


Desde luego: Gracias Ana, y a todos los que compraron MANERAS DE DESANDAR EL TIEMPO. Esperamos vuestros comentarios.


Andrea Vinci
Punto y Seguido



martes, 3 de noviembre de 2015

MANERAS DE DESANDAR EL TIEMPO EN SEVILLA

Cuando se enfrenta a la tarea de escribir una historia, el escritor siempre regresa a la infancia. Porque es allí donde se encuentran todas aquellas cosas que le asombraron, y es el asombro el principal motor de la motivación. Regresar a Sevilla es para mí, además de una ilusión, una necesidad constante. Y es por eso que lo hago, tanto física como mentalmente. 

En Sevilla se quedó aquel niño curioso que, desde la Puerta Carmona, miraba por encima de las vías del tren cómo le asombraba el mundo. Curiosamente las vías del tren, como una metáfora tangible me señalaban un camino que me llevaría lejos para conocer otra ciudad, otros países, otros paisajes, pero el tren en el que iría montado siempre sería mi ciudad primigenia, mi familia, mi Sevilla.
El pasado 16 de Octubre, presentamos nuestro libro en Sevilla. Era la primera vez que salíamos de la provincia de Málaga y, por consiguiente, todo un reto. La ciudad nos recibió con mucho cariño.  El lugar que nos brindaron para celebrar el evento, gracias a la generosa gestión del poeta Onofre Rojano y el escritor José Rodríguez, era inmejorable: El Centro Cívico Casa de las Sirenas, situado en la Alameda de Hércules. 



Un antiguo palacio restaurado del XIX, de elevados techos, escaleras suntuosas y amplias salas. Tras haber sido la morada de aristócratas en una primera etapa, toreros después, y maleza y olvido al final, la ciudad la ha recuperado para que sea habitada por el arte. Una manera de desandar el tiempo muy adecuada para echar a correr a nuestro libro por las calles de Sevilla.

La sala se llenó de público y ofrecimos el recital que ya habíamos estrenado en el Ateneo de Málaga. A final, recibimos el cariño y las felicitaciones de los asistentes, y pudimos compartir con ellos un trocito de nuestro libro donde escribimos las dedicatorias y un poquito de tiempo que almacenaremos para desandarlo algún día.



Para mí, fue algo un poco más especial que para el resto del grupo, ya que una manera de desandar el tiempo no es más que regresar a la tierra natal, la ciudad que me vio crecer y que alumbraron escritores como mi abuelo Pedro, a quien no conocí y sin embargo a quien bien conozco. De él heredé el apellido con el que firmo y la ilusión por crear. La ciudad que vio nacer a mi tío Onofre, ilustre poeta sevillano. El es uno de mis guías literarios, un modelo y una meta. Y Sevilla también es la ciudad a la que me enseñó a amar mi padre: escritor, poeta y rapsoda. Sevillano ejemplar, padre ejemplar, insuperable maestro.


El viernes 16 de Octubre regresé a Sevilla desde mi otra ciudad: Málaga. Me acompañó mi grupo literario Punto y Seguido: Andrea Vinci, Inmaculada Reina, Isabel Merino González, Mauricio Ciruelos, Loli Pérez y Miguel Núñez. Hace ocho años decidimos unir nuestros caminos y avanzar juntos en la aventura de  escribir.  Muchos de vosotros sabéis que es un camino pedregoso, a veces oculto por la maleza, plagado de desvíos y encrucijadas que hay que saber despejar. Mejor si se hace acompañado. En estos ocho años, Punto y Seguido ha publicado tres libros: Album de familia, Cuando vivíamos aquí, y el que venimos a presentaros: Maneras de desandar el tiempo.  Este libro no es el resultado de 4 años de trabajo, sino una muestra más de nuestro compromiso como grupo con la literatura en general y, en particular, con el relato.



Pedro Rojano
Punto y Seguido


                                           

Nota: Si vivís en Sevilla y queréis adquirir el libro, podéis hacerlo en la librería “Un gato en bicicleta" situada en la calle Regina. Un lugar encantador, perfecto escenario para vivir el cuento.