martes, 25 de octubre de 2016

DIARIO DE UN MAL AÑO. J.M.COETZEE

Diario de un mal año de J.M.Coetzee es un libro difícil de leer por su fragmentariedad y por el fuerte peso de la reflexión y el pensamiento frente a los elementos meramente narrativos.  Exige un lector empecinado pero que sabe que va a ver recompensados el esfuerzo y la insistencia. En correspondencia, se observa  la complejidad de su escritura, un trabajo arduo parecido a la construcción de  un puzzle de muchas pequeñas piezas con perfiles equívocos.


 La estructura se sustenta en una trama escueta y un aluvión de opiniones que se articulan en el trenzado de tres discursos diferentes que se van alternando en cada página. Es necesaria la aclimatación a estas tres voces que nos parecen disonantes en las primeras páginas  hasta que empezamos a distinguir los ecos, los acompañamientos, la música armoniosa que componen en su significado.

La  parte más extensa es la transcripción de una serie de textos argumentativos sobre la realidad, "opiniones contundentes" que se suponen formarán parte de un libro miscelánea que han encargado a su protagonista, el escritor C., trasunto de Coetzee . A este discurso más expositivo, aunque no exento de matices narrativos, se unen las voces de Anya y Alain, que forman con C. un triángulo sentimental que opera tan solo en el plano virtual o del deseo, pero que produce efectos en el plano real de los personajes dentro de la trama. A través de Anya se introduce la relación de ella con el viejo escritor, una relación supuestamente laboral (ella mecanografia las opiniones de C. para el libro) pero que soterradamente tiene muchas más implicaciones. La parte de Alain mueve la intriga narrativa y nos da la réplica a las opiniones de C.

 Con estos tres hilos de diferente grosor y tonalidad, va tejiendo Coetzee una novela autoficcional que juega con fechas, circunstancias, acontecimientos que el lector ha de conocer (C. tiene un importante galardón literario, es sudafricano, vive en Australia..) y los mezcla con detalles que no cuadran (la edad del protagonista, la ciudad de residencia...).El efecto paradójico es un reforzamiento de la sensación de verosimilitud no solo del personaje C. sino también de sus opiniones y del resto de los elementos de la trama , como los otros dos personajes, presumiblemente ficcionales. Estos juegos entre ficción y realidad se han convertido en una de las marcas del último Coetzee, como en su autobiografía  a través de entrevistas ficticias, Verano.


Otro aspecto interesante de la novela son las referencias metaliterarias, la reflexión sobre el hecho literario, su necesidad y su función, que plagan el texto.
Por ejemplo C. le dice a Anya:
"Una miscelánea no es como una novela, con un principio, un medio y un fin. No sé cuánto va a durar" .
"¿Una novela? No, ya no tengo la fortaleza necesaria. Para escribir una novela tienes que ser como Atlas, cargar con todo un mundo en tus hombros y sostenerlo durante meses y años, mientras todos tus asuntos se resuelven por sí mismos. Es demasiado para mi estado actual"
Anya, como la voz del lector común opina:
"Me gusta un buen relato, le dije fríamente. Ya se lo he dicho. Un relato de interés humano con el que pueda identificarme".

En cuanto a temática, la novela se ocupa de los asuntos habituales de la narrativa de Coetzee: la vergüenza, la vejez, el racismo, el comportamiento humano frente a los animales...Se diría que tiene un afán totalizador, enciclopédico, partiendo de la propia disposición de los capítulos en forma de artículos de un tratado didáctico. Abarca desde asuntos clásicos del pensamiento (Sobre la democracia, Sobre los orígenes del Estado, Sobre las aves del aire...) hasta temas completamente modernos (Sobre la Bahía de Guantánamo, Sobre la gripe aviar, Sobre el diseño inteligente...).

Teniendo en cuenta que la novela se publicó en 2007, hace casi diez años y antes de que la grave crisis mundial que estamos viviendo hubiera dado aún por completo la cara, es destacable la agudeza del pensamiento de Coetzze, su capacidad de leer lo que venía. Por ello, por su altura intelectual y su sinceridad y compromiso con la realidad histórica, creo que Diario de un mal año no es como diría C. "una oportunidad de refunfuñar en público", sino una cosecha de opiniones excelentes de un buen año literario de Coetzee.

Inmaculada Reina
Punto y Seguido

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